A fin de resolver el problema del plagio de las expresiones de la cultura e identidad de los pueblos y comunidades indígenas, presenté, junto con el senador Ricardo Monreal, una iniciativa para regular el uso de los bienes culturales por parte de empresas nacionales o extranjeras ajenas a las comunidades. Se trata de una propuesta novedosa que aún se discute con las comunidades, legisladoras y legisladores, autoridades y especialistas, a fin de establecer bases legales que protejan, entre otros, a los conocimientos, técnicas y diseños, del uso y lucro sin consentimiento por parte de terceros, sin la autorización de los pueblos depositarios de las tradiciones.

Esta propuesta tiene presente que sólo las comunidades decidirán en qué términos establecerán las condiciones de sus convenios con terceros. La problemática que atiende esta iniciativa es que no existe un mecanismo que evite, restituya, compense, reponga o repare el daño por el uso no consentido (plagio) de los elementos de la cultura e identidad de los pueblos y comunidades. Asimismo, se deben fortalecer los procedimientos de protección jurídica, salvaguardia, valoración, respeto, transmisión y revitalización de esos elementos de la cultura.